Pensamiento primogénito

Son las tres de la mañana pasadas. Terminé.  Igual, no podía dormir. Saqué un espacio para diseñar mi blog. Sé que quienes me lean me harán reclamos: o bien que no duermo lo suficiente o bien que ya tengo varias cosas rodando en Internet como para que ahora me dé por tener algo más en qué pensar. Pero esto tenía que hacerlo. Abrir por fin el espacio para escribir sin afán pero rapidito; con gracia pero sin muchas pretensiones; con profundidad o con brevedad, según lo que se presente o lo que se me antoje. Por esta razón, mi blog se llama así.   Es la bitácora de mis pensamientos en borrador, sin mucho pulimento ni barniz, y compartidos como llegan.

Ahora sí me está dando sueño y quizás (no sé, de pronto no) mañana edite esta primera entrada que solamente es un parte de nacimiento. Ya veremos qué sale; ya veremos quién me visita para hacerme propuestas, decentes y no tanto, para escribir, comentar y crear cosas diferentes.

Abrazo para todos, lectores, familia, amigos y hasta enemigos (aunque la verdad no tengo ninguno). Vaya, este sí que fue un borrador.